Mi experiencia de intercambio
académico valió muchísimo la
pena. No sólo por el hecho de experimentar la independencia y el estilo de vida que se
respira en Europa. También por el hecho de conocer a personas de todos los
rincones del mundo y poder recibir un pedazo de su cultura, su opinión y
sobretodo de su amistad. Ahora puedo presumir de tener amigos en todos los
continentes.
En mi intercambio reflexionaba
mucho sobre México. Tanto en sus virtudes como en sus deficiencias. Pude
contrastar y comparar mi país primeramente con Francia, donde realicé mi
intercambio; pero también con todos los países que tuve la oportunidad de
visitar y conocer. Me di cuenta del país tan maravilloso que tengo y la fortuna
cultural que tenemos en cada esquina y que tantas veces no apreciamos.
En la Universidad de Estrasburgo
también tuve la oportunidad de aprender un nuevo idioma: el francés. Creo que
logré abrir una nueva puerta y conducto de comunicación. Esta herramienta es
una inversión para toda la vida tanto en el ámbito profesional como personal.
Las materias que cursé me gustaron mucho, en especial las de Recursos Humanos.
El hecho de haber cursado todas mis materias en inglés me ayudo a reforzarlo y
también aunado que es el idioma que se habla entre todos los estudiantes
extranjeros. Me tocaron excelentes profesores procedentes de países de la Unión Europea y
fueron sumamente interesantes todas sus aportaciones y opinión acerca de la
actualidad y crisis económica que se vive en toda Europa Occidental.
Me atrevo a decir que el haber
realizado este intercambio ha sido una de las mejores decisiones en mi vida. El
destino es lo que menos importa siempre y cuando tengas una actitud de aprender
y conocer nuevas personas y lugares que ni te imaginabas.
Andrés Barbará
Carrera: Administración y
Recursos Humanos
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