jueves, 29 de marzo de 2012

Compartiendo Experiencias


Hoy iba caminando hacia Jardín Central para verme con unos amigos. En el estacionamiento, me encontré con una gran profesora; mientras seguíamos caminando, nos poníamos al tanto de todo. Platicábamos de proyectos nuevos en mente, de los próximos exámenes, la familia, los amigos, etc. Al momento de subir las escaleras nos dimos cuenta que íbamos para direcciones distintas, así es que como de costumbre, terminó la charla con un muy buen consejo y un: “¡Qué tengas un excelente día!”.
Seguí mi camino y me detuve a ver la pantalla de avisos un momento para checar el calendario de eventos del mes, anoté la fecha de un congreso de Responsabilidad Social en Marketing y Publicidad que me interesó bastante.
Continué, dejándome llevar por el ya conocido aroma a café del Italian Coffee, un lugar que sin duda había sido testigo de tantas buenas pláticas; algunas alegres, otras no tanto, unas retadoras, otras simplemente llenas de humor y simpleza, pláticas que definitivamente han marcado cada momento de mi vida universitaria.
Ahí estaban compañeros de la Sociedad de Alumnos, llenos de emoción e ideas innovadoras, planeando nuevos eventos y estrategias para el desarrollo de toda la comunidad UP. Me distraje un momento por el ruido y la felicidad contagiada por nuestra selección de basquetbolistas: ¡Las panteras UP habían obtenido una vez más otro campeonato nacional!
Más adelante pasé por la caseta de vigilancia donde el Sr. Miguel le comentaba a la enfermera los nuevos planes de prevención en conjunto con las brigadas (B-UP) para aumentar la seguridad en el campus. Se veía muy emocionado y concentrado en cada palabra que decía.
Pasando la estatua de San José María de Escrivá llegué al arco que da a jardín central, sin duda alguna era uno de mis lugares favoritos de la UP; y vaya que existen una gran variedad de sitios en el campus, conocidos y por conocer.
Éste es uno de los encantos de mi Alma Mater, cada lugar aquí tiene una gran estructura respaldada por una gran historia sobre los cuales cada alumno escribe un capítulo nuevo dando alma y espíritu propio a esta memorable Institución.
Un grito diciendo mi nombre y un movimiento de manos al otro lado de Jardín Central interrumpieron mis pensamientos, era mi amigo quien trataba de decirme algo. Seguí hasta llegar donde se encontraba, lo saludé con un fuerte abrazo, inmediatamente señaló hacia donde estaban todos mis otros amigos y compañeros de carrera. Apresuramos el paso para llegar donde ellos.
Estando ahí, un señor desconocido con una cámara en la mano me dijo amablemente lo siguiente: “Señorita, ¿podría tomar su toga y birrete para la fotografía?”. Me tomó un momento asimilar aquellas simples pero impactantes palabras.
¿El momento había llegado? ¿Realmente era el final de una etapa? Inmediatamente surgieron esas dos incógnitas en mi cabeza, regresé unos minutos atrás visualizando mi recorrido, y fue ahí donde comprendí que no existe mejor analogía de mi experiencia en la Universidad que justo ese recorrido: cada profesor, amigo, compañero, lugar, conocimiento durante la universidad ha sido fundamental en mi vida.
Muchos dicen que es el fin de un ciclo, pero yo pienso que no hay fin en esta etapa, porque lo que soy y seré, es consecuencia de cada paso dado, cada experiencia aprendida, cada acción con pasión. Simplemente son aprendizajes que se quedan en cada uno y que a lo largo de nuestro desarrollo profesional y personal estarán ahí, presentes.
Tal vez aún no me entiendas totalmente lo que quiero transmitirte; pero te propongo algo: da el paso, anímate a experimentar esta nueva aventura. No te imaginas la importancia de la decisión que estás a punto de tomar. Así que, ve por tu pasión, toma el reto y nos vemos dentro de unos 4 o 5 años, quien dice que no seré yo quien lea tu nota la siguiente vez.


Karen Azuara Aguirre
8° Semestre
Administración y Mercadotecnia